Un problema que causa el deterioro visual y la ceguera REVERSIBLE es la catarata, un padecimiento que se presenta cuando el cristalino, la parte que podemos considerar como la lente del ojo, se pone opaco o se nubla, afectando la visión. Por lo regular, las cataratas se relacionan con el envejecimiento, por lo que son más comunes en personas de avanzada edad, pero su aparición puede acelerarse cuando se padece diabetes, cuando se sufre alguna lesión o inflamación en el ojo, cuando se usan de manera prolongada corticosteroides, por exposición a la radiación o luz ultravioleta, por tabaquismo o por procedimientos quirúrgicos para tratar otro tipo de problemas oculares. Uno de los tratamientos que actualmente existen para este padecimiento es la cirugía de catarata en Mérida y en esta ocasión te hablaremos de sus características, tipos de cirugía que existen, riesgos y de lo que ocurre durante la operación.
La cirugía de catarata en Mérida es una de las opciones más seguras y eficaces para tratar este problema que afecta la visión de quien lo padece. Hoy en día, existen dos tipos de cirugía de catarata en Mérida y el médico especialista encargado de la valoración del paciente determinará, a partir de las características del padecimiento, de su historia clínica y de los objetivos trazados, la que resulte más adecuada. La facoemulsificación, también llamada simplemente faco, es una cirugía de cataratas que consiste en realizar una incisión pequeña (menor de 2.2 mm), en el borde de la córnea para introducir una sonda. La sonda, al emitir ondas ultrasónicas, ablanda y destruye la parte afectada del cristalino para removerla mediante aspiración. Una vez extraída toda la parte afectada del cristalino se introduce una lente intraocular que se despliega dentro del ojo y se da por finalizado el procedimiento.
La cirugía extracapsular es otro procedimiento de cirugía de catarata en Mérida que está reservado a pacientes en quienes no puede realizarse una facoemulsificación bien sea por debilidades en la córnea o en los casos donde el grado de dureza de la catarata haría necesaria la utilización de altas cantidades de energía de ultrasonido, aumentando el riesgo de complicaciones postoperatorias. En este caso, el especialista hace una incisión grande (de 10 a 11mm en comparación a 2.2mm o menos cuando se trata de una facoemulsificación), en el borde de la córnea para extraer la parte opaca del cristalino en una sola pieza. A diferencia de la facoemulsificación donde no suele ser necesario el uso de suturas, las cirugías de incisión grande como es el caso de la cirugía extracapsular ameritan el cierre de la herida operatoria con puntos de sutura que deben ser retirados en el periodo postoperatorio.